La Asociación Empresarial de Profesionales Veterinarios del Principado de Asturias (AEMVET) plantea que haya un solo albergue de animales para el centro de la región -Gijón, Oviedo, Avilés, Siero, Mieres y Langreo-, aunque estaría abierto a la adscripción de otros ayuntamientos asturianos que quisieran sumarse y que no puedan cumplir con la recogida de mascotas, de competencia municipal, según la Ley de Tenencia de Animales del Principado.
El colectivo -que agrupa al 50% de las clínicas de la comunidad autónoma y que preside Jorge Pablo Pascual- alega varios motivos para lanzar esta propuesta, de la que ya son conocedores todos los grupos políticos que integraban la Junta General la pasada legislatura: PSOE, PP, Foro e IU.
AEMVET ve considerables ventajas en esta idea. Económicas, de gestión, de control de enfermedades y sanitarias. Empezando por las primeras, la asociación señala que, «centralizando la gestión, se ahorrarían los desembolsos que se están realizando en las distintas instalaciones de la zona centro». A mayor volumen de gestión, recuerda, menor gasto por unidad. Pero hay más objetivos. «Si se agrupa a los animales abandonados, sería más sencillo vigilar su salud y homogeneizar los protocolos a la hora de aplicar medidas profilácticas», explica su vicepresidente, Juan José Álvarez.
Terapias con animales
Asimismo, facilitaría la realización de labores sociales como, por ejemplo, que los reclusos pudieran hacer terapias con animales. En este sentido, el colectivo ya ha mantenido conversaciones con el centro penitenciario de Villabona, que, según indica, se muestra favorable al proyecto.
Y, con vistas a toda la ciudadanía, «permitiría agrupar en una sola página web toda la información acerca de las mascotas que buscan un hogar y una familia», añade Álvarez. El vicepresidente de AEMVET apunta que otra de las posibilidades de tener un albergue centralizado es que los titulados de grado pudieran iniciar sus prácticas, su trayectoria profesional, en él, siempre bajo la supervisión de un profesional.
La idea ya está bastante madurada, pero en absoluto cerrada y mucho menos aprobada. La intención de los empresarios de clínicas veterinarias es «abrir el diálogo a todo el mundo». Y uno de los primeros a los que así se lo han hecho saber es al propio Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias. También han avanzado la idea a algunas de las protectoras de animales que están al frente de los albergues y, «de mano, parece que tampoco rechazan la idea».
A expensas de escuchar a todas las partes, la asociación sí tiene claro cuál sería el lugar idóneo desde su punto de vista: el albergue de Serín, en Gijón, en el que hay disponibilidad de terrenos para una futura ampliación si llegara el caso. Defiende que la titularidad sea pública y una fórmula similar a la de un consorcio formado por los ayuntamientos, aunque «la gestión podría ser pública o privada».
Iniciativa parlamentaria del PP
Según AEMVET, todos los grupos parlamentarios consultados en la Junta antes de finalizar la pasada legislatura, se mostraron favorables a la idea. PSOE, incluido. Sin embargo, hasta la fecha, quien más interés ha mostrado por llevar esta iniciativa adelante es el Partido Popular. De hecho, tal y como confirma su diputado y portavoz de Agroganadería en el Parlamento asturiano, Luis Venta Cueli (veterinario de profesión), el PP presentará en septiembre, con el inicio del curso político, una iniciativa parlamentaria para que el Principado impulse un albergue centralizado en Asturias con el fin de que pueda dar cobertura a la zona con mayor densidad poblacional y ceda la gestión.
No obstante, al igual que la asociación, apunta que todo aquel ayuntamiento que quisiera adherirse (para cumplir, así, con la Ley de Tenencia de Animales, que obliga a los consistorios a tener un centro de depósito de animales abandonados) podría hacerlo. Una manera podría ser pagar una tasa en función del número de animales censados en el concejo y en función de la distancia al albergue centralizado. Para Cueli, el respaldo de la Junta a esta propuesta supondría «un compromiso con respecto al proteccionismo animal» y en «un momento de gran concienciación social sobre el bienestar de las mascotas y de condena al maltrato animal». También alude al ahorro en subvenciones si se centralizan los servicios (no hay una cifra concreta, aunque se estima que el ahorro podría superar los 200.000 euros) y a la mejora de la gestión, con un mayor control de los recursos. Cueli sostiene que, aunque la labor realizada por las protectoras «es encomiable», un albergue centralizado implicaría una «profesionalización» de la atención.